Paseando bajo la luna[Charlotte]

Me gustaba el puerto. Iva a menudo y veia salir y entrar barcos de allí. Algún dia me subiria a uno de esos barcos para visitar mi adorada Noruega. ¿Pero que digo? Sabia perfectamente que eso era mentira. No echaba de menos noruega, es más, la odiaba. Mi pasado humano y esquizofrenico estaba allí. Nada me ataba a mi lugar de nacimiento, mis padres habian muerto, no sabia como ni porque, pero lo sabia. Ethram habia muerto allí. Difinitivamente la odiaba.
Pasee por el puerto. A aquellas horas no habia nadie allí y podia hacer lo que quisiese. La luna era grande y iluminaba todo el puerto. Mire al orizonte, allá donde el agua se fundia con el cielo. Ningún barco a la vista, tampoco ninguno atracado en el puerto. A lo mejor era festivo y yo no lo sabia. Pero para mi el tiempo no significaba nada. Era solo algo que pasaba sin que a mi me hiciese nada. Me alegraba de ser vampanesa. No importaba cuanto pasase porque a mi me daba igual.
Camine por las pasarelas de madera que habia sobre el agua, al llegar al final me sente y meti mis pies descalzos en el agua. Coloque mis botas a mi lado y agarre la daga con la mano derecha haciendola girar entre mis dedos. Mire al cielo, la luna llena era algo que me fascinaba.
No esperaba encontrar a nadie allí por lo que me relaje. Me sumi en mis propios pensamientos. Repase todos mis recuerdos sobre mi vida humana. Cada vez que hacia aquello me parecia más patética. Rememore todos y cada uno de mis ataques esquizofrenicos. Eso era lo único que me gustaba de aquella estúpida vida.
Me tumbe sobre las frias tablas de madera y cerre los ojos.
No habia "cenado" pero no tenia sed. Me dedique a hacer girar la daga en mis manos.

No me di cuenta de que tenia compañia...

El puerto, había oído en las calles que era un lugar... Tranquilo, sereno, incluso bonito e irreal, pero pues, no era irreal al fin y al cabo, existía y era lo importante. Me fui hacia allá, hacia el puerto, me gustaba tener experiencias nueva, porque siempre lo mismo, era sumamente estresante, hasta ahora no encontraba a mi inmortal, si no lo encontraba pronto, moriría de la decepción, porque había pasado toda mi vida buscándolo, y este era el único lugar en todo el mundo en donde no había buscado. Quizás él también me buscaba y me pisaba los talones, ¿Qué tal que él estaba buscándome en el último lugar en el que estuve? no, era imposible, quizás ya hasta se había olvidado de mí... O quizás había muerto. Maldición todos estos pensamientos en una sola mujer... ¡Diablos!

Tenía que dejar de pensar, aunque, no, no tenía que dejar de pensar, para eso había venido aquí, para pensar tranquilamente, sin el olor de cual quier humano y/o fenómeno que me perturbara. Era relajante, sobre todo la luz de la hermosa luna, como la adoraba, tan blanca y pálida como yo, una circunferencia sumamente perfecta, un ambiente perfecto a su alrededor, ella, la luna, era perfecta. Más que cual quier otra cosa en el mundo, y si no fuera porque no se oculta de día, me la pasaría toda una eternidad sin cerrar un poquito los ojos. A veces me daba la impresión de que cambiaba, o de que te enviaba mensajes, una sensación extraña, pero cierta para mis ojos.

Suspiré aliviada, no parecía haber nadie, y menos a esta hora, porque había oído decir que a estas horas era un poquito peligroso ¿Seria cierto? ¿Estarían mintiendo? ¿Estarían diciendo eso para apoderarse de el puerto y ser ellos quienes disfruten de lo relajante? ¿Cuán cierto podría ser? como fuera, a mí nadie me podía hacer daño... O por lo menos un débil humano no podía, un Vampanes quizás, otro vampiro más listo que yo, claro que sí.

Aunque yo tenía mi toque de sádica y cruel, a veces si lo era, yo era una completa bipolar, a veces podía ser ingenua y dulce, mientras que otras podía ser malévola y sádica, yo era así. Nunca sabes cuando voy a estar nerviosa o cuando no, siempre cambio, uno siempre cambia, aunque lo roguemos y lo juremos y llevemos la contraria de todo lo que nos digan, siempre lo hacemos y es la purita verdad.

Pero entonces mientras pensaba algo captó mi atención, eran unas ropas... Y un cabello rojo bajo la pasarela arriba del agua, miré hacia ambos lados, mordiéndome el labio inferior. Compañía, pensé irritada- Yo que creí que los humanos decían la verdad, esto me enseña que no hay que creer en ellos...

-Hola, ¿Te molesta si te acompaño? -mi voz sonó como un coro navideño, pero no sonó tan de música, si no como una voz angelical, era lo que yo quería- Soy Charlotte -me presenté, agachándome para quedar de cuchillas.

Cuando me di cuenta ya era demasido tarde y habia alguien a mi lado. Abri los ojos y lo primero que vi fue una irritante cara angelical seguida de una vocecilla no mucho mejor. Claro que me molestaba que me acompañases niña tonta. Me mordi el labio para no decirle aquello. Un olor a vampiro me inundo las fosas nasales. Lo que me faltaba, encima de ser impertinente era una vampiro. No tenia nada encontra de los de su clase pero tampoco los adoraba. Me sente y mire a la vampira que tenia delante. Era bonita, todo debia admitirse. -No me molesta.- Sondee sus recuerdos. No parecia peligrosa. "Charlotte Diem, 90 y tantos años como vampira..." -Un placer Charlotte, yo soy Lilith.-
Mire al horizonte un par de segundos y clave mi mirada en la recien llegada. Me preguntaba que hacia alli. Sondee sus pensamientos. "Venia a descansar, a estar sola. Había oido de los humanos que aquel sitio era tranquilo" Supuse que mi presencia la habria molestado. Pero no mucho porque sino, no se hubiese acercado a mi a presentarse. Le indique con la mano que se sentase junto a mi. No queria parecer una desagradable. Guarde la daga en mis botas, saque los pies del agua y me puse las botas. Me sente sobre mis pies.
Me quede embobada mirando la luna. La adoraba en su fase llena. La luz se reflejaba en mi piel palida y en la de la vampira. Era extraño lo mucho que nos pareciamos en ese aspecto aunque nuestra dieta era muy diferente. "Preguntale algo sobre ella" pense. ¿Para que? No lo necesitaba, ya sabia todo lo que queria saber de ella. "Bueno, asi pareceras amable" pense. -¿Vives por aqui Charlotte?-Intente que mi voz sonase interesada en aquel tema aunque no fuese cierto.

Dijo que se llamaba Lilith- Lindo nombre -dije mientras sonreía, ella sacó sus pies del agua y... Guardó su daga al final de sus botas, yo me estremecí cuando vi su daga- ¿Por qué llevas... Una daga? -tragué saliva- Digo, eres una vampiro -o algo más- No creo que te asustemos los de tu misma raza... ¿O sí? -pregunté, curiosa. Me preguntaba qué planeaba con esa daga, tan peligrosa, tan afilada- Hasta tú te puedes herir con eso... -que tonta yo, claro que podía herirse con ese, pero sanaría rápidamente, como siempre- Es decir, a cual quier vampiro que este cerca de ti, te va a tener miedo, yo lo tengo -dije algo tímida, me estaba incomodando un poco su daga.

Cuando se sentó sobre sus pies, me pregunto si vivía por aquí- ¿Tengo cara de vivir por aquí? -pregunté, curiosa- Yo se que no -sacudí la cabeza- No soy de aquí, vengo de... -¿muchas partes?- Roma, Italia -dije mientras sonreía. Aún no me había fijado en lo bonita que era, y en lo bien que nos veíamos las dos juntas, dos cabelleras rojas, piel extremadamente pálida, en definitiva, eramos iguales, lo único que nos hacía "diferente" era de lo que nos alimentábamos, aunque yo a veces me alimentaba de... Sangre humana.

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OFF: que poca inspiración ¬..¬ xD

Pregunto porque llevaba una daga. La respuesta era simple, pero ella dijo que tenia miedo. No seria ético decirle que la utilizaba para cortarles las extremidades a mis victimas. Tambien podia decirle que antes habia pertenecido a la única persona a la que ame. -La daga fue un regalo de un viejo amigo. No tienes porque tener miedo.- Arquee la espalda por simple placer.-No te voy a hacer daño a menos que eso sea lo que deseas.-
No vivia aqui. Como si yo no lo supiera. Me dijo que venia de Roma. "¿Muchas partes?" habia pensado ella. Movi la cabeza de un lado a otro sonriendo. Bueno si ella no queria contarmelo todo por voluntad propia, no iva a obligarla. Podia recoger toda la información que necesitaba metiendome en sus recuerdos. Era muy util aquel poder. Agradeci en silencio a Etrham. Crei recordar que, cuando el aún vivia, habia tenido una visión sobre este puerto. Nege para mi misma con la cabeza. Mire a la tal Charlotte. "Se amable Lilith" me dije a mi misma. "Socializa. Ya sabes como"
-¿Que venias a hacer aqui?-le dije en un susurro amable pero lleno de amargura.
Espere su respuesta tranquila y mirando fijamente la luna llena que brillaba sobre nuestras cabezas.

¿Un regalo de un viejo amigo? ¿Qué clase de amigo regalaba una daga? bueno, uno que (siendo tu humana) te quiere proteger de los vampiros. ¿No debía tener miedo? ¡Claro que sí! esa daga podía ser clavada en mi corazón. Aunque, esto que dijo a continuación me quitó todo el miedo que había sentido "No te voy a hacer daño..." eso fue lo único que me alivio, "... A menos que eso sea lo que deseas" también había dicho ¿Yo desear eso? nada que ver, yo no era tan sádica- El regalo de un amigo... -repetí.

Miré la cantidad de barcos, no había nadie cerca, nadie. Estaba completamente vacío, hasta podríamos coger un barco de esos e irnos y nadie se enteraría, bueno, nadie excepto el dueño. Uhmm... Sería divertido andar en barco, yo ya lo había echo y me había gustado la experiencia, había tenido que ir acompañada por humanos, y me había tenido que resistir mucho, pero ahorita podría ir sola, o... O con la Vampanes.

Como sea, podría robarme un barquito de esos. En medio de mis pensamientos ella soltó una pregunta "¿Que venías a hacer por aquí?"- Oí a los humanos diciendo que este era el lugar perfecto para pensar un rato, claro que ninguno venía de noche porque y que les daba miedo, pero no creo que un ladrón me haga mucho daño -admití, sólo que fuera otro vampiro- ¿Y tú? -pregunté, aunque tenía aspecto de venir todas las noches, me daba esa impresión.

Me habia metido inconscientemente en su cabeza cuando ella pensaba en robar un barco. La idea no me parecio mala del todo. Asenti cuando ella me conto el motivo por el que estaba alli. ¿Que hacia yo alli? me pregunte a mi misma cuando ella me lo pregunto. -Me gusta ver la luna. Vengo aqui a menudo porque es solitario. Me ayuda a pensar. Me levante y mire a mi alrededor. Vi un barco que me gustaba. -Charlotte. ¿tienes algo en contra del robo?- Sabia perfectamente que no, pero pregunte por educación.
Me encamine hacia el lugar en el que estaba el barco que me habia gustado. Un barco que perfectamente podriamos hacer navegar entre las dos. Me plante delante del barco. Salte para subirme al barco. Me movi por todo el barco vigilando que no hubiese nadie a bordo. Mire en el panel de mandos, era facil de manejar. Sali a la cubierta y le hice una seña a la vampira para que viniese. -Vamos a dar una vuelta-susurre para mi misma. Me rei un poco mientras esperaba que Charlotte se acercase.

Le gustaba ver la luna, sí, la luna era hermosa, la miré, tan pálida como nosotras. Me preguntó si tenía algo en contra del robo- Claro que no, ¿Quién dice que es algo malo? simplemente pides prestado sin preguntar antes -dije encogiéndome de hombros mientras sonreía.

Se subió a un barco y yo sonreí, justo lo que... Justo lo que pensaba. No, ella no leía mi mente, no podía ser cierto. Es que todos los vampiros con quiénes me encontraba tenían un poder. no podía ser cierto, ¡no!. Yo que deseaba uno y... ni siquiera sabía si tenía uno, bueno, ya sabía que un "bloqueo" no era, pues todos los vampiros hacían y deshacían lo que fuera en mi quebrada mente.

Suspiré, ¿Qué más me quedaba? tendría que esperar más años o meses, o quizás semanas a ver si en mí se desarrollaba algún poder, aunque la verdad ya no lo creía posible ¿Qué poder podía tener yo? ninguno, ninguno, de ninguna forma. No habían probabilidades de que tuviera un poder, ya lo había descubierto... ¿O no?

-Claro, demos un paseo -dije a la vez que sonreía y me acercaba al barco, el cual era de un color blanco y grande, muy grande, pero lo podríamos manejar ambas.

Sus pensamientos mientra de acercaba me hicieron reir aún mas. Parecia desesperada por tener un poder. -Charlotte, no tener un poder no es tan malo.- Me meti en la cabina de los mandos. El estupido propietario, habia dejado las llaves sobre el panel de mandos. Meti la llave en el contacto, la gire y el motor ronroneo como un gato. Bastante suave, me alegro de que fuese un barco silencioso, no queria hacer ruido. Sali de la cabina. -¿Sabes algo de barcos?- Dije riendome. No queria ir muy lejos, pero queria salr de alli cuanto antes. Quite los cabos que ataban el barco al muelle. Voli a entrar y le dije a Charlotte que entrase conmigo. Accione una de las palancas y el barco se movio un poco marcha atras. Sonrei y accione otra, el barco se movio unos centimetros hacia delante. -Bien, ya se como funciona.- Dije mientras accionaba la palanca de la marcha atras con fuerza.
El barco dio una sacudida y dio marcha atras bruscamente. Al fin el barco salio del puerto, ahora solo debia darle la vuelta. -Charlotte, ¿quieres probar?
Me hice a un lado para dejarle que , si ella gustaba, manejase el barco.


Off: Sorry , no estoy muy inspirada , me salen cortos -_-

-Bueno, yo no lo creo así, pienso que tener un superpoder es increíble -dije- Ya me preguntaba como es que no preguntabas mucho... -sonreí, no estaba tan molesta en que lo hubiera echo, aunque sí me irritaba a veces, eran secretos míos y de nadie más. Bueno, la dejaba pasar.

-Uhmm... ¿De barcos? -pregunté- Nada de nada -dije negando con la cabeza, acompañándola más adentro del barco, donde se encontraba el panel de mandos- Pero chocando se aprende, ¿O no? -pregunté divertida, total, no era nuestro barco y aquí habían muchos otros barcos.

Reí cuando de su boca salió un "Bien, ya se como funciona" y luego me pregunto si quería probar- Claro que sí, yo también quiero aprender... Aunque choquemos -sonreí de medio lado, caminé hasta quedar en frente del panel de control. La llave ya estaba metida, yo no tenía que hacer mucho, pero... Accioné la palanca hacia el otro lado, haciendo que el barco diera un paso hacia atrás dibujé una mueca en mi rostro, enfadada porque ella lo había logrado a la primera y yo no- Ya me saldrá -dije cogiendo la palanca de nueva y dándole hacia el lado contrario al que le había dado antes. Esta vez salió hacia adelante y yo sonreí, retiré mi mano con cuido y mi sonrisa se ensanchó más- Ya sé -dije, triunfante- ¿Manejarás tú el barco? -pregunté curiosa- Sería más fácil si tu lo hicieras -dije encogiéndome de hombros- Creo que lo harás mejor que yo.

Sonrei cuando ella me dijo que manejase yo. Me adelante y cogi la palanca de la marcha atras que era de color negro.-Es fácil. Esta es para ir marcha atras.- Agarre la que estaba a su lado que era de color blanco.-Esta para ir hacia delante- Y el volante, que estaba a la izquierda de la palanca negra. -Y con esto giras.- Accione la palanca empujandola levemente hacia atras y el barco se movio lentamente hacia atras, cogi el volante y lo gire levemente hacia la izquerda y el barco giro hacia la izquierda mientras iba hacia atras. -¿Ves Charlotte? No es dificil. Supongo que es simple intuición.-
El barco dio la vuelta por completo y ahora la popa miraba hacia el mar abierto. Lo hice avanzar empujando levemente la palanaca blanca hacia delante.¿A donde quieres ir ?- le dije mientras me giraba para mirarla.
Aquella vampira que me caia bien. Habia poco gente que de veras me cayese tan bien como ella, y eso que acababa de conocerla. Me preguntaba si podriamos llegar a ser amigas. Quizás si. "Genial, vas a tener una amiga" me respondi sarcastica,
Bueno no tenia nada mejor que hacer que conocerla mas. Aunque podia leer su mente para conocerla mejor preferi no hacerlo. -Cuentame sobre ti Charlotte. dije algo perdida en mis propios pensamientos.

Captaba todo lo que me decía, y lo guardaba en algún lugar de mi mente- No, no, no... -negué varias veces mientras negaba con la cabeza- Yo no puedo, en serio, no sirvo para esto. Pregúntame de carros, de motos, de lo que quieras, pero de barcos no -dije sacudiendo la cabeza- Aunque me gustan, no sé manejarlo, y no estoy interesada en aprender. Es mejor que conduzcas tú -dije con una sonrisa.

-¿A dónde quiero ir? -pregunté para mi misma- Pues no sé, a dónde sea pero lejos de aquí -dije con una sonrisa, mientras me sentaba no tan lejos de ella, en el malecón del barco. Me pidió que le contara algo de mí, supuse que estaría tan concentrada manejando el barco que no le daría tiempo de husmear en mi cabeza, sonreí, me agradaba eso y ella me empezaba a caer realmente bien- Pues, vago por el mundo tratando de encontrar a mi inmortal, sé que suena meloso... Pero él me convirtió y prometió que volveríamos a vernos, confío en él -dije sonriendo, la verdad, nunca le había dicho esto a nadie- Y pues, este es el único lugar en el que no eh buscado, llevo... -recordé que había llegado hoy, pero es que habían pasado muchas cosas hoy- Desde hoy en la mañana, estoy yendo al instituto -dije- No es que no sepa nada, pero una chica de mi supuesta edad tiene que ir al instituto ¿no? -contaba- Entonces voy al instituto, aunque siempre es lo mismo, me aburre demasiado -confesé- Ahora cuéntame algo de ti.

No solte los mando pero la miraba fijamente mientras me hablaba. Buscaba a su inmortal. Quizás con suerte el segiria vivo y ella podria reunirse con el. Lei en su mente que nunca le habia contado aquello a nadie. Bueno si ella era sincera, yo tambien debia serlo con ella. Cuando me pregunto sobre mi cogi aire. Queria soltarlo todo de un tirón. Naci en Noruega. Cuando tenia 12 años fui internada en un manicomio porque decian que estaba loca. Escape a los 18 años. Conoci a mi inmortal a los 20-Una cosa era sinceridad y la otra traumatizarla asique le conte mi historia por encima- Fui herida y el me transformo. Me enseño todo lo que debia saber sobre mi nueva vida. Vivio conmigo mucho tiempo...y luego...-note como algo parecido a un nudo en la garganta me impedia hablar de un tirón. Me trage aquel nudo con esfuerzo y continue-...fué asesinado por un vampiro. Juntos andamos por Europa.-mi mente vago por aquellos hermosos recuerdos durante algo asi como un minuto. Cuando me di cuenta segui hablando. -Despues de su muerte vine a vivir aqui. Y llevo bastante tiempo ya.- Me mantuve en silencio mientras me obligaba a mi misma a concentrarme en manejar el barco. Mire el horizonte. Todo era de un color plata porque la luna bañaba de luz el agua y el cielo. Agradeci mi condicion vampanesa que me permitia ver mejor. Gire la cabeza hacia la vampira. -Espero que encuentres a tu inmortal Charlotte.-
Mire de nuevo hacia el frente "Muy lejos" habia dicho. Esta bien, vayamos lejos. Aprete la palanca del acelerador con fuerza y el barco empezo a ir mas rapido que antes.

Hablaba rápido, si no hubiese sido por mi condición de Vampiro, no hubiese podido entenderle. Había nacido en Noruega y a los doce años había sido internada en un manicomio, del cual había escapado a los dieciocho. Y en ese mismo manicomio, un día, cuando estaba herida, un vampiro la convirtió, pero él había sido asesinado. Qué triste. Me preguntaba si mi inmortal habría sido asesinado- La... Mento mucho tu pérdida, y guau, a mi nadie me enseñó nada. Tuve que arreglármelas yo sola -conté- Como toda una neófita, acabé con media Roma, pero yo me controlé rápido, no quería matar gente, a algunos incluso los conocía. Yo... Maté a mis amigos, pero estaba consciente de ello, yo lo hice... Queriendo -confesé, ella podía leer mis pensamientos, ¿Por qué mentirle? eso de mentir no se me daría muy bien- Por que ellos me querían sólo porque era vampiro, ellos querían que yo los transformase, y pues no, preferí matarlos, por la traición, porque sólo me utilizaban. A demás, yo debía pagarle con la misma moneda, aunque no este muy de acuerdo con ese dicho, en fin. Yo los maté y de ahí me fui de Italia, claro que quedé con el trauma de haberlos matado, a tantas personas que yo quería, porque también maté a mis padres... Eso ocurrió la misma noche en que me convirtieron -sonreí- Pensarás que quedo bien como Vampanes... ¿Verdad que sí? pero ésos eran mis tiempos de sádica, ya no lo soy, o no lo soy como antes. Antes yo era como la propia Vampanes, inclusive, yo quería y deseaba con todas mis fuerzas serlo. Pero quedó en el pasado, yo sé que no podré ser Vampanes nunca, a demás, yo soy muy... Niña buena, a veces -confesé, estaba diciéndole cosas que jamás en mi vida, en mis 95 años le había dicho a una sola persona, nunca me había parado en ningún sitio para hablar sobre mi. Y los vampiros que conocía, la verdad siempre los trataba hasta allí, nada más que eso, nunca les contaba sobre mi vida, aunque yo si preguntaba por las de ellos.

Por supuesto todo aquello que me contaba ya lo sabia. Tenia un don perfecto. Asenti algo triste mientras me contaba todo aquello. -Bueno al menos tenias amigos.- La luna comenzaba a ocultarse tras una montaña y al otro lado, el sol ya amenazaba con salir.
Mire al panel de mandos. Accione la palanca con mas fuerza y el barco fue cada vez más rápido. Quiero llegar lejos cuanto mas rápido mejor. -Me alegro de que confies en mi, aunque casi no me conozcas.-Era una buena señal que me confesase los secretos de su vida, cuando no lo había echo con nadie más.
Mire a Charlotte, era extraño pero me senti bien con aquella vampira, supongo que al final podriamos llevarnos bien. "Salir a cazar juntas" pense...."Si no fuese por la diferencia de dietas" me rei para mi misma. No sabia porque me habia subido a aquel barco, no tampoco porque hacia que el barco se alejase cada vez mas rapido del puerto. Solo tenia ganas de desaparecer.
Me agache hasta mis botas. Saque mi daga y la clave a un lado del panel de mandos confierza. Queria que el propiertario del barco aprendiese a no dejarse las llaves en cualquier sitio. Me rei por lo bajo.
La garganta me rugio, señal de que ya tenia sed. -¿Tienes hambre Charlotte?- pregunte para parecer educada. Esperaba que me dijese que si y pudiesemos irnos a cazar.

-Más de lo que crees -admití con una sonrisa, yo tenía hambre a cada hora, la verdad, y mientras más divagara por los bosques, más probabilidades de encontrarlo a él cazando... Bueno, si es que se encontraba él aquí. Algún día tendría que ir al cementerio. Pero sería después, ¿Que por qué al cementerio? pues porque también tenía que llevar en mente de que él podría estar muerto. Y jamás me perdonaría... Oh, jamás me perdonaría haberlo conocido y que no nos hubiésemos reconocido. Sería un desastre. Un caos total.

-¿Iremos al otro lado... O volveremos? -pregunté curiosa, pues no estábamos tan lejos de ambos lados. Nos quedaba muy poco si íbamos hacia adelante, y si íbamos hacia atrás no quedaba tan lejos- ¿Qué tal si vamos hacia adelante? estoy segura de que encontraremos algo interesante allí -dije mientras señalaba una pequeña islita en frente de nosotras- Bueno... Si un oso no sacia tu sed prometo que nos iremos en busca de un... Humano -prometí, hace mucho que por mis labios no pasaba la sangre humana, la extrañaba tanto, su textura suave, su color rojo intenso... Ya me hacia agua la boca- Okey, si sigo hablando de eso creo que voy a querer a un amigo de cena -dije asintiendo con la cabeza. Pero primero sería mejor ir a la isla... ¿Qué tal si ese saborcito me obligara a matar más? bueno, un solo humano...

Sonrei y trate de hacer que el barco fuese más rápido. Aquella isla no me atraia mucho, porque la sangre de animal no me gustaba. Preferia la sangre humana, era cien veces mejor y mas refrescante. Se me hacia la boca agua y la garganta me ardio aún mas.
-Iremos a esa isla para que te alimentes...Yo prefiero otro tipo de dieta. Aún puedo aguantar un par de horas.-
Dirigi el barco un poco hacia la derecha para ir directas hacia allí. El barco llegaria en un par de minutos a la isla. Olisquee el aire. Desde allí podia oler todo lo que habia en la isla. Olia a arboles, algo metalico que no supe descifrar y a..... Osos. Vaya aquella chica era muy intutiva. Una visión cruzo mi mente. "Los labios de la vampira cubiertos de sangre y el cuerpo de un oso gigante tumbado tras ella" -Hay osos en esa isla. Podras saciar tu sed.- El barco llego hacia la isla. Hice que parase con menos suavidad de la que queria. Sali de la cabina y cogi el cabo para atar el barco a un arbol.
Salte a tierra y ate la cuerda a un tronco muy grueso. Le hice una seña a Charlotte para que viniese. Mira hacia el este y vi como el sol comenzaba a asomar detras de una montaña.

-No te preocupes, si el oso no sacia mi sed, te acompaño -dije mientras sonreía, una sonrisa algo mala, pero no es que le robaría su cena, reí ante mi pensamiento- ¡Lo sabía! hoy es mi día -reí y luego salté fuera del barco- Nos vemos en un rato -dije mientras sonreía y caía sobre la arena seca, estaba un poco fría, cuando caí inmediatamente y sin esperar respuesta de Lilith, me adentré al bosque, oscuro, no había nadie... Excepto por los osos y un horrible olor a hierro.

Cuando llegué al corazón de la isla, me encontré con el oso, mis ojos se pusieron algo rojos, debido a la sed, hoy me había comido... ¿Cuantos osos? ¿Tres? ¿Cuatro? ya había perdido la cuenta... ¿Llevaba una cuenta? no, no la llevaba, pero sí me acordaba, más o menos, de cuantos osos me comía en el día.

-Uhmm... -se me suavizó el rostro y me lancé encima del gran oso negro, hoy me tocaban todos negros, genial, los negros eran grandes. Le mordí rápidamente en el cuello en cuanto estuve arriba de él, hizo lucha durante un rato, pero luego se debilitó hasta que murió. Lo dejé tirado, atrás de mi, todavía tenía sangre en los labios, me relamí los labios y corrí nuevamente hacia el barco, cuando llegué allí con una sonrisa salté dentro del barco, apareciendo tras Lilith- Terminé -susurré con una sonrisa satisfactoria, había sido un oso grande, pero no había dado tanta lucha, había sido algo... Aburrido, o quizás era la costumbre de siempre matar osos, leopardos y esas cosas.

Llego demasido rápido para mi gusto. Claro que , a un oso no podias hacerle sufrir igual que a un humano. Definitivamente era mucho mas divertido cazar humanos. Ella tambien estaba aburrida de cazar animales.
Bueno yo tenia mucha sed ya asique cuando ella llego al barco, lo desamarre del árbol a toda velocidad y lo saque de alli cuanto antes. -Bueno tu ya te as alimentado. Ahora me toca a mi.- Presione la palanca de acelarar hasta el fondo para que la embarcación fuese rápido. -¿Me acompañaras?- Le dije tratando de contener la rabia que me corroia por estar retrasando la comida.
Apure al barco para ir más rapido. Vi el puerto a unos 100 metros. Un olor dulce me inundo las fosas nasales. Había un humano en el puerto. No era un olor muy agradable pero algo es algo. Cuando llege, no me detuve a aparcar el barco con suavidad. Quite la llave del contacto y salte a tierra. Aquel humano no estaba lejos. Su imagen cruzo mi mente " Un hombre con el pelo blanco por la vejez y vestido con ropas raidas." Le dirigi una mirada a Charlotte sonriendo. Eche a correr por el puerto, si ella queria venir me segiria. Divise al hombre parado frente a un barco oteando el horizonte. Me acerque a toda velocidad y salte sobre su cuello, hundiendo mis colmillos en su vena ahorta. No tenia tiempo para andar cortandole las extremidades poco a poco asique opte por arrancarle un brazo de un tirón. El hombre gritava mientras su sangre se acababa poco a poco........

La seguí, pero no pude evitar voltearme en cuanto le arrancó el brazo al hombro, tapándome boca y nariz, ese olor dulce contaminó mis fosas nasales, pero me resistí, mientras pensara que era una total sádica, ¿Arrancarle un brazo a alguien? definitivamente era algo horrible, pero bueno, sería parte de su naturaleza, y no por nada había estado internada en el manicomio.

Quién sabe qué había hecho allí, encerrada, volviéndose más loca con aquellos locos, hasta el menos loco se volvía loco en un manicomio. Yo me volvería loca rápidamente.

Los gritos del hombre, o bueno, del anciano, retumbaban en mi mente, me volvían locas esos gritos, quería que pararan... ¡Pero no lo hacían!, era como una tortura para mí, quizás porque yo sabía que nunca podría ser mala, quizás porque en cuanto a esa teoría de matar gente para alimentarme yo no estaba de acuerdo, cuando mataba a alguien tenía una razón, y si no era muy buena, lo dejaba vivir. Así fuera de mi propia raza.

Definitivamente yo me pasaba de buen, o quizás me pasaba de buena hasta para ser una Vampiro, pero era una realidad con la que viviría por toda mi... Existencia, pues no podría decir vida, a esto no se le podía llamar vida, mi vida había pasado hace muchos años. Y ni siquiera había conocido el amor, ni amor de familia, ni tampoco una relación, y entonces sentí celos por Lilith. Ella tenía un poder, había conocido a alguien con quien seguramente había conocido el amor. Vaya, ella quizás tenía todo lo que yo alguna vez habría querido. Oh... Pero cuanta envidia.

Me volteé a mirarla, aún estaba pegada al cuello de aquél hombre ¿Éso le parecía divertido? con todas mis fuerzas quería gritarle "Basta ya" pero era su cena, no la mía. Yo no debía de meterme en donde no me llamaban. Y, quizás si no le hubiese echo caso a los humanos, no me hubiese encontrado con ella, y entonces una pregunta se posó en mi mente: ¿Había sido tan malo conocerla? no, por supuesto que no, ella caía bien, ni siquiera la conocía y confiaba en ella... O quizás sería el caso de que tal era su poder que... ¿Me daba miedo mentirle? ella lo podía saber todo con sólo una mirada, por pequeña que fuera.

Bueno, qué más me quedaba, alejar mis envidias y punto, eso sería todo. No había más que hacer, nada. Punto.

Aunque estaba ocupada alimentandome lei todo lo que pasaba por su mente y me senti mal por mi comportamiento. Acabe la sangre del anciano, le cogi por el cuello y le tire al mar para evitar que su olor se extendiese.
Me acerque con rapidez a Charlotte. -Perdoname. Seguro que te sentiste mal.- Me limpie a conciencia todos los pequeños restos de sangre que me quedaban mientras caminaba hacia alante. Me gire para mirarla fijamente. -No debes sentirte mal. Estoy segura de que tarde o temprano encontraras a tu inmortal y encontraras un poder. No debes envidiarme.- Pense que mi vida habia sido bastante patetica desde que El murio asique no era para nada envidible. -No tengo nada que puedas envidiar. Te lo digo de verdad.-

Eche a andar de nuevo sin mirarla, me sentia bastante mal conmigo misma como para mirarla. "¡Maldita sea! Soy el ser más despreciable del mundo y esta vampira vegetariana me tiene envidia. Eso no puede ser bueno"

Pellizque nerviosa la piel blanca que colgaba de mi hombro. Era raro que me sintiese así pero tenia ansiedad y senti que la sangre del anciano se revolvia en mi estomado, aunque era casi imposible.