Anochecer en el bosque (Selene)

Fui al bosque, ya habia matado a algun que otro viandante, pero como siempre, lo habia hecho con tanto cuidado y perfeccion que no sabrian cual habia sido el autor, matar a la gente para mi era como una obra de arte, multiples maneras, multiple satisfaccion...es como cuando un pintor termina su cuadro y lo ve...y se siente orgulloso, yo igual.
Ademas, cuatro siglos de vida daban para mucho, no era como al principio que mataba por matar, aunque no me gustaba, creo que a ningun vampiro le gusta matar al principio, pero eso ya habia cambiado, si...aquello quedó atras, como la muerte de mi familia, que cuando me entere no fui...no pude ir, y mi hermana que va por el mundo y no se nada de ella ni del que me transformo, suspiré andando por alli, vestia de oscuro casi siempre, me gustaba vestir asi, a muchas chicas les encantaba el misterio que esa vestimenta les producia y caian como moscas a mis encantos, aparte de que me gustaba ir asi, era un atrapa presas, que mas podia pedir?
Me apoyé en un arbol, saqué un paquete de cigarrillos y me encendi uno, guardando el paquete, mientras le daba una calada, con suma tranquilidad.

No sabía ni por dónde me movía... no conocía ese lugar, y eso no me gustaba nada. Parecía estar en un bosque... linda deducción la mia. Pronto anochecería, y no veía nada. No creía que nadie andubiera por allí, por lo tanto cree una pequeña bola de fuego en mi mano, la cual iluminó lo suficiente. Sonreí satisfecha y miré alrededor. No se veía ni un alma... era extraño. Tampoco se escuchaba nada, ni animales ni nada por el estilo. Las estrellas comenzaron a aparecer en el cielo, y yo seguía dando vueltas, llegando al mismo sitio siempre. Enfurruñada me senté sobre una roca, dejando la bola de fuego levitando frente a mi. ¿Estábamos locos? De pronto mi oido se agudizó, para escuchar como se encendía un mechero tras de mi. Giré mi rostro para toparme con alguien que no era demasiado grato para mi... o si lo era... mi cabeza seguía debatiendose entre el amor-odio que sentía hacia él. Entrecerré los ojos y suspiré. -¿Es qué me sigues? Siempre tengo que encontrarte allá donde voy...-. Murmuré con fastidio, levantándome de la roca y poniendome frente a él, a una distancia prudente.

-No tengo otro trabajo que hacer que seguirte,no? vamos no digas tonterias...-dije negando sonriendo

-Que se te ha perdido por aqui, brujilla?-dije queriendo saber, por curiosidad, por aburrimiento, por aburrimiento, por aburrimiento...que si, por aburrimiento se lo pregunté, es cierto que me atraia, pero tambien me sacaba de quicio con sus cosas, siempre tan asi, con la magia, creiendose cosas que no eran, no nos pareciamos demasiado...bipolar, no sabies como cogerla y yo no era de los que me complicaba la vida, si lo tenia que decir lo decia, no le daba tantas vueltas y bueno, aveces mis palabras se veian venir, aunque no siempre...de vez en cuando sorprendia a la gente dejandolos con la boca abierta y en blanco...adoraba esas situaciones *-*

-Pues al parecer no tienes otro trabajo-. Murmuré señalandole, con un deje de diversión en la voz.

-¿Y a ti que te importa?-. Murmuré cuando peguntó que se me había perdido allí. No es que se me hubiese perdido nada, aunque a él al parecer el tornillo se le caía de vez en cuando. Odiaba su forma de ser, todo en él. Aunque no le odiase demasiado.
Me senté de nuevo en la roca, aunque esta vez de frente a él. Hice que la bola de fuego se moviera levitando hacia el frente, poniendose en el centro entre él y yo, para que de esa forma poder vernos las caras sin tener que acercarnos el uno al otro. -¿Y a ti que se te ha perdido?-. Pregunté después.

-A mi? nada...disfrutando de la tarde/noche despues de una buena cena-dije tranquilamente- y no me importa nada...es solo para ser cortes-dije sonriendo mientras daba otra calada

Esa bruja...aaai, esa bruja, Selenne, la conoci en un viaje a Italia, pequeño capricho, pequeña diversion se podria decir, al ir solo por el mundo, no habia nada ni nadie que me parase, perfectamente hubiera podido haberme hecho mi pequeña fortuna, pero pasaba...me gustaba mas la vida sin saber lo que me esperaria, tenia mas emocion, mas adrenalina, sobretodo si perseguias a humanos atletas o mariconadas asi...habia cazas que valian la pena.

-Por cierto...donde dejaste las pocimas?-dije

Lo admitia, me encantaba picarla

Cuando dijo lo de la cena, me dio una arcada... lo bueno de ser humana era que comía comida de humanos... la cual era mucho menos asquerosa que lo que comía él... además... no tenía que matar a nadie para conseguirla. Me comencé a reir a carcajadas ante lo primero que dijo. -¿Cortés? ¿Tú? Pero... ¿De dónde te has escapado alma de cántaro?-. Comenté en tono gracioso sin poder dejar de reir. Negué con la cabeza y miré la bola de fuego.
Sabía que le encantaba picarme, aunque casi nunca lo consiguiera... bueno, si lo conseguía, pero no lo hacía notar. Rodé los ojos ante su pregunta y negué con la cabeza. -Bueno, no suelo llevarlas encima... ya sabes... no me exibo tanto como otros-. Señalé a mis espaldas, donde en algun lugar estarían los restos de su "comida". -Además... estoy preparando una para matarte a ti.. te vas a chupar los dedos monín-. Me reí de nuevo.

Negué

-Selenne...soy cortes y caballeroso y todo eso, solo que contigo no tanto...o mejor, casi nada, asi que, mas te valdria darme un gracias en mayuscula y no reirte tanto-dije mirandola y me terminé el cigarro lanzandolo al suelo y pisandolo

-No podrias matarme ni aunque quisieras, te gusta que nos crucemos, se te nota en la cara...tu cara demuestra mas de lo que te gustaria, pequeñina-dije simplemente

Me senté en la hierba bajo ese arbol y suspiré aburrido...no tenia hambre, pero a este paso si el aburrimiento seguia asi me hiria a matar por placer, o bueno, dejar moribundos, me daba igual.

Me volví a reir estridentemente ante su primer comentario, negando con la cabeza. -¿Darte las gracias a ti? Te las daré cuando dejes de existir... aunque te las daré sin dejar de reir, por supuesto...-. Seguí con la mirada el cigarro y negué con la cabeza divertida aún ante lo que había dicho anteriormente.
Alcé las dos cejas con una sonrisita autosuficiente cuando escuché su siguiente comentario y volví a negar. -Si esque... que razón tiene la gente al decir que los tontos no dicen más que tonterías... si me gustase que nos cruzasemos, no huiría del país cada vez que me cruzo contigo... pero parece que te gusta seguirme... ¿no será del revés, querido Adrien?-. Murmuré mientras alzaba las cejas. Sinceramente no era él el que hacía que me cambiase de país, per él no lo sabía... ¿no?

-Si, claaaro y yo voy y me lo creo, tu te vas por santa gana...si eres un culo inquieto no es mi problema, ademas no me eches la culpa de algo que ni si quiera te lo crees tu...y repito, no te sigo, no conoces esa palabra...coincidencia? deberia aparecer en tu dicicionario si es que tienes...aaa y tambien busca desagradable, aparecerá tu nombre en ejemplos-dije rodando los ojos

Me levanté, no se podia estar hablando con ella bien y me apetecia andar, asi que me fui de alli sin despedirme si quiera, a ver quien seguia a quien...no, si encima era yo quien la perseguia...demasiadas telenovelas habia visto esa brujilla.

-Si, creo que lo buscaré... seguramente debajo de mi nombre en la definición, aparece "Adrien está loco por ella"-. Me reí y nisiquiera me molesté en mirarle. Me recosté sobre la roca y me quedé mirando las estrellas. Sabía perfectamente que no iba a salir de allí aquella noche, dado que no tenía buen sentido de la orientación y no era buena con la magia... por lo tanto esperaría a que saliera el sol para orientarme. Cerré los ojos con simpleza mientras comenzaba a tamborilear con el pie sobre la roca. En aquella ocasión si podía escuchar a los grillos, los cuales solían salir de noche... seguro que Adrien ya habría salido del bosque y por eso los animales volvían a sus vidas... "Bah, no cae bien ni a un pobre animalito" Pensé sin abrir los ojos.

Eee y porque tenia que irme yo? que se fuera ella...volvi a donde estaba, ella se encontraba alli aun, siempre tan filosofica...suspiré, pero volvi, ya estaban los grillos otra vez cantando...rodé los ojos, con lo tranquilos que estabamos sin ellos

-No te quiero...nunca te voy a querer, olvidate de eso...no sera que tu me quieres a mi? e? -dije mirandola

-Y vete tu...estaba antes, asi que largo-dije

Estaba actuando como un crio v.v pero me molestaba irme asi sin mas, cuando estaba perfectamente tranquilo sin su presencia, por su culpa me fui...y ahora se reiria, me hartaria mas...esto era lo de siempre, discusion para aqui, discusion para all, ninguno tenia la razon...la historia interminable.

Continué con los ojos cerrados, tamborileando con el pie en la roca. Pegué un leve bote al escuchar su voz, puesto que pensaba que ya se había ido. Comencé a reirme divertida y negué con la cabeza, me enderecé un poco, apollandome sobre los codos, mirándole fijamente. -No me quieres, lo he pillado, ya lo sabía... ¿Por qué te lo tomas todo tan a pecho?-. Pregunté con diversión, volviendo a recostarme.
Me reí de nuevo después y negué con la cabeza. -Perdoname... eres tú el que no quieres estar conmigo, y si eso es lo que quieres, creo que deberías irte tú-. Comenté sin decir más

-No me lo tomo a pecho..bah, y no me pienos mover..no me molestas, si estas callada-dije volviendome a sentar

Suspiré y miré mi collar levemente cogiendolo en la mano, pero lo dejé...vale, si me lo tomaba a pecho algunas cosas, pero no era siempre, solo era con ella y poco mas, debia ser eso de que me atraia o algo que me volvia un histerico compulsivo, porque osinos...entonces al ver el collar recordé de donde vine, Belgica, mi familia...todos muertos, bueno todos menos ella...pero como si lo estuviera, a la unica a la que converti y ya no la tenia cerca, mi hermanita...y ademas ni si quiera me habia asomado ni una sola vez a verlos al cementerio...pensar en todo eso, me calmó..demasiado.

Reí ante lo primero que dijo y comencé a cantar en voz alta. Obviamente lo estaba haciendo a posta, no le hablaría a él, pero le molestaría con mi voz. Me encantaba volverle histérico, era una de las cosas que más me apasionaban en el mundo, a pesar de que él me encantaba.
Era divertido ver las situaciones en las que nos encontrábamos, por lo tanto continué cantando. -Había una vez, un circo que alegraba siempre el corazón... turuturuturu, y uno de los payaaasos se llamaba Adrien turuturuturu-. Claro... que mi modo de cantar las canciones para mi era mucho más divertido...

-Cierra la boca-dije seco-que no entiendes de estarte calladita?-dije mirandola
Rodé los ojos y me quedé alli sentado...ignorando su cancion, que por cierto, le harian falta clases de musica, al final anocheció, ya era hora...pero bueno ya que estaba en plan incordio, yo tambien me pondria en ese plan.
-En ese circo estaba la acrobata mas famosa del mundo, se llamaba Selenne, y era famosa por pegarse los mejores piños y no terminar su "trabajo" bien-dije sonriendo sin cantar, hablando con tranquilidad, no iba a sacarme de quicio otra vez, me negaba a que me lo hiciera, lo ultimo que queria era eso...tenia una buena noche, mejor dicho, buen dia en general, como para que ella me lo amargara.

-No cierro nada... y si no quieres oirme ya sabes lo que tienes que hacer-. Murmuré divertida mientras seguía moviendo el pie, esta vez al compás de la canción.
Escuché lo que dijo y me reí. -No tienes oido para la música... asique acrobata... y famosa... wow, ¿Lo has pensado tu solito?-. Comenté mientras negaba con la cabeza sin dejar de mirar al cielo. -Los acrobatas molan... los payasos no tanto-. Susurré después. Ambos nos estabamos portando como unos crios, y eso no era muy comun en mi. Me levanté de golpe de la roca y suspiré. Me estiré un poco después y bostecé, colocandome la mano sobre los labios. Era tarde. y quería irme de allí, pero por nada del mundo le pediría ayuda a ese ser. Miré alrededor, pero no encontraba el sitio por el cual había llegado. Si esque mi torpeza era innata.

-No me digas que no sabes como salir...-dije sonriendo muy divertido

Ignoré lo demas, sus comentarios, eramos dos crios discutiendo, siempre discutiendo, con cierta diversion, pero asi ibamos, creo que nunca habia tenido una charla decente con ella, un "hola, que tal?" simple y llano, ibamos a "matar"...aunque de alguna manera, lo nuestro era un especie de amistad, bueno...amor-odio mutuo, algo asi, aunque realmente no sabia si ella se sentia atraida por mi, ni nada, dudo que la atraiese, dudo que atraiese a algo...pero si solo llegaba los bichos callaban, menos ahora.

-Te ayudo o que? tu orgullo te lo permitirá?

Escuché su primer comentario... genial... se había dado cuenta. Ahora le tendría burlandose de mi un rato largo. Rodé los ojos y suspiré seguidamente.
Era algo extraño nuestra relación, decía odiarle, pero lo cierto es que me gustaba pasar tiempo con él, a pesar de que ese tiempo que pasabamos era discutiendo como dos crios pequeños. Nunca había mediado dos palabras sinceras con él, y no sabía si quizá aquel era momento de tragarnos el orgullo y comenzar a entablar una conversación concorde con nuestra edad.
Escuché sus siguientes preguntas y suspiré asintiendo con la cabeza. -Mi orgullo se repondrá después de un tiempo tirada en la cama-. Bromeé sonriendo de lado en su dirección. -¿Me ayudas?-.

-Claro-dije sonriendo levemente

Aleluya, algo mas que simples discusiones, nos habia costado lo nuestro para salir de ahi, pero parecia que podriamos hablar seriamente, bueno, almenos esperaba hacerlo, anoser que siguiera pinchandome, y de que me pinchara por amor al arte pasaba, yo le responderia, pero bueno parecia que hoy no seria el dia, confiaba en que por lo menos al volver dejaramos de comportarnos como dos niños de parvulos que discuten hasta por una regaliz.

Cuando afirmó ayudarme no pude evitar sonreir, salté hacia él y le abracé. ¡Maldita sea! Yo y mi bipolaridad... Después de unos minutos le solté. -Gracias-. Agradecí sinceramente mientras hacía que la bola de fuego volase hasta mi mano aquella vez.
A pesar de que discutíamos siempre, mi bipolaridad no me dejaba odiar a nadie por mucho tiempo, siempre salía mi lado "bueno" que lo arreglaba todo conuna escenita efusiva como la que acababamos de ver. Él, muy a su pesar, me conocía bien, y sabía que me daban aquellos arrebatos muy a menudo, aunque con él nunca antes me había dado uno, pero era cuestión de tiempo que pasase. Miré alrededor y asentí con la cabeza. -Venga, vamos-. Le sonreí ampliamente, aún contenta porque hubiese accedido a mi petición.

Me abrazó de repente, no me lo esperé para nada del mundo, aunque conociendo su bipolaridad esa extrañeza deberia de no existir, supongo que dudaba hasta yo ya de quien era..

-De nada-dije cuando se apartó, nunca habia sdido muy efusivo en sentimientos, no por lo menos con gente como ella, solo con gente de confianza y aun asi tampoco era muy muy mimosin que digamos, era mas de recibir abrazos que de darlos.

Despues la segui, estaba muy contenta...no entendia tanta felicidad por eso, total era acompañarla, ni que fuera a casarme con ella...que no estaria mal (xD), pero no...dudaba que esta relacion se terminara en un beso, aunque algun dia probaria esos labios, no era de contenerme cosas y esos labios los queria probar quisiese ella o no.

Vale... ibamos de palabra en palabra, aquello no era bueno. Comenzó a caminar detrás mia, pero al darme cuenta de algo me paré, girándome y quedando frente a él. -¿No soy yo la que debe seguirte a ti?-.Pregunté con diversión.
Sabia que él no entendía lo contenta que estaba, pero tenía mis razones. Estaba contenta de entablar una "conversación" con él fuera de las discusiones de siempre. Estaba contenta de poder salir de una vez de aquel bosque, el cual no me gustaba nada. Y estaba contenta... dada mi bipolaridad... por cualquier tontería. Esa era yo, parecía mentira que no me conociese aún.
Alcé las dos cejas, aún mirandole de frente, esperando que comenzase a caminar él, para yo seguirle.

-Te has ido tu rapidamente feliz, solo queria alcanzarte para adelantarte...-dije cuando la alcancé y me puse a su lado, digo yo que estando al lado me podria seguir, pasaba de ir delante y ella detras sin poder hablar como tocaba

"Mis Happy"-pensé sonriendo para mi

Me puse a su lado y la miré

-A ver, cuentame algo,no? hablemos de algo...-dije mirandola, no hacia falta mirar el lugar, tenia la ruta memorizada, solo me giraba de vez en cuando, por si me habia distraido o algo, pero ibamos bien.

Rodé los ojos divertida, pero no contesté, dado que saldría mi diablo de dentro y volveríamos a lo mismo. Caminamos uno al lado del otro y hubiese dado todo lo que tenía por saber que pensaba, dada su sonrisita no era algo muy bueno.
Me miró y me dijo que le contase algo... ¿Qué se le contaba a un vampanés con el cual me llevaba a rabiar? Encogí mis hombros. Él no dejaba de mirarme, y eso me incomodaba un poco, dado que no miraba la "ruta" que seguíamos. -Bueno...nosé muy bien que contarte... el otro día se me calló al lago el colgante de poder... y una chica muy rara me ayudó a cogerlo... metiendose en mi cuerpo-. Le miré alzando las cejas. -¿Sabes de que raza puede tratarse?-. Pregunté seguidamente.

-Como no sea un revivido de esos, no se...no conozco muy bien esa raza, si se le puede llamar de alguna manera, o...puede que un fenomeno, no tengo ni idea-dije sinceramente-lo encontraste?-pregunté con cierto hilo de preocupacion

Miré la ruta, no se veia nada, pero yo lo veia todo bastante bien, no me podia quejar, de hecho la oscuridad me encantaba, si habia peleas en lo mas oscuro, eso si eran peleas dignas de "ver", guiandote por los sonidos y todo, lastima haberne hecho tan pocas en lo que llevaba de vida dando tumbos de aqui para alli.